Displasia de Cadera Canina: Diagnóstico, Tratamiento y Medidas Preventivas July 22, 2023 admin Post in Tratamientos para perros Introducción: La displasia de cadera canina (CHD) es una condición ortopédica común que afecta a los perros, especialmente a las razas grandes y gigantes. Se caracteriza por un desarrollo anormal de la articulación de la cadera, lo que lleva a una laxitud articular y cambios degenerativos subsiguientes. La CHD puede provocar dolor, cojera y reducción de la movilidad, afectando significativamente la calidad de vida del perro. Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión completa de la CHD, incluyendo su diagnóstico, opciones de tratamiento y medidas preventivas para promover el bienestar de nuestros compañeros caninos. Sección 1: Comprendiendo la Displasia de Cadera Canina 1.1 Anatomía de la Articulación de la Cadera: Para comprender completamente la CHD, es esencial entender la anatomía de la articulación de la cadera. La articulación de la cadera es una articulación de bola y cavidad formada por la cabeza del fémur (bola) y el acetábulo (cavidad) en la pelvis. En los perros con CHD, la cabeza del fémur puede no encajar correctamente en el acetábulo, lo que provoca inestabilidad en la articulación. 1.2 Causas y Factores de Riesgo: La CHD es una condición multifactorial con una predisposición genética. Sin embargo, los factores ambientales, como el crecimiento rápido, el exceso de peso y una mala nutrición, pueden agravar la condición. Ciertas razas, como los Labrador Retrievers, los Pastores Alemanes y los Golden Retrievers, tienen una predisposición genética mayor a la CHD. Sección 2: Diagnóstico de la Displasia de Cadera Canina 2.1 Síntomas Clínicos: Los signos clínicos de la CHD pueden variar dependiendo de la gravedad de la condición. Los perros con CHD leve pueden no mostrar ningún síntoma, mientras que aquellos con casos más graves pueden presentar cojera, reluctancia para hacer ejercicio, dificultad para levantarse y una marcha de “salto de conejo”. 2.2 Examen Físico: Los veterinarios llevarán a cabo un examen físico completo, evaluando la marcha del perro, la masa muscular y el rango de movimiento en la articulación de la cadera. 2.3 Evaluación Radiográfica: Las radiografías son el estándar de oro para el diagnóstico de la CHD. Ciertas proyecciones radiográficas, como el método PennHIP o el método de la Fundación Ortopédica para Animales (OFA), pueden ayudar a evaluar la salud de la articulación de la cadera y el grado de displasia. Sección 3: Tratamiento de la Displasia de Cadera Canina 3.1 Manejo Conservador: Para los perros con CHD leve o en casos donde la cirugía no es factible, el manejo conservador puede ayudar a controlar el dolor y mejorar la movilidad. Esto incluye el control del peso, terapia física, suplementos articulares (glucosamina y condroitina) y ejercicio controlado. 3.2 Intervenciones Quirúrgicas: Se pueden emplear diversos procedimientos quirúrgicos para tratar la CHD, dependiendo de la edad del perro, su tamaño y la gravedad de la condición. Las opciones quirúrgicas comunes incluyen: 3.2.1 Osteotomía Triple del Pelvis (TPO): La TPO se realiza generalmente en perros jóvenes (menores de 10 meses) e implica cortar y realinear los huesos pélvicos para proporcionar una mejor cobertura y estabilidad para la cabeza del fémur. 3.2.2 Reemplazo Total de Cadera (THR): El THR es un tratamiento efectivo para la CHD grave. Consiste en extirpar la articulación de la cadera enferma y reemplazarla con una prótesis de cadera artificial. 3.2.3 Osteotomía de la Cabeza del Fémur (FHO): La FHO implica la extirpación de la cabeza del fémur, permitiendo que el tejido fibroso forme una “falsa articulación” y alivie el dolor. Sección 4: Medidas Preventivas para la Displasia de Cadera Canina 4.1 Prácticas de Cría: Las prácticas de cría responsables, que incluyen pruebas genéticas y evaluaciones de cadera en perros de cría, desempeñan un papel crucial en la reducción de la prevalencia de la CHD. 4.2 Nutrición y Control del Peso: Una nutrición adecuada y el control del peso son fundamentales para minimizar el estrés en las articulaciones en crecimiento. Los cachorros de razas grandes deben recibir una dieta equilibrada para promover un crecimiento constante y controlado. 4.3 Ejercicio y Acondicionamiento Físico: El ejercicio regular de bajo impacto y el acondicionamiento físico ayudan a mantener la masa muscular, la estabilidad articular y la salud general de las articulaciones. 4.4 Modificaciones Ambientales: Proporcionar camas ortopédicas y evitar superficies resbaladizas puede reducir el riesgo de lesiones articulares y empeoramiento de los síntomas de la CHD. Conclusión: La displasia de cadera canina es una preocupación importante para la salud de los perros, especialmente en razas grandes y gigantes. El diagnóstico temprano, el tratamiento adecuado y las medidas preventivas son fundamentales para manejar esta condición de manera efectiva. Con los avances en la medicina veterinaria y una tenencia responsable de mascotas, podemos mejorar el bienestar y la calidad de vida de los perros afectados por la CHD, asegurándonos de que lleven una vida activa y saludable.